ALIMENTO PARA EL ALMA-Caballo de Troya
La mitología griega cuenta de “El caballo de Troya”. Aunque
mítico, también se considera que sí existió realmente.
El mismo era un artilugio con forma de enorme
caballo de madera, usado en la historia de la Guerra de
Troya por los griegos como estrategia para introducirse en la
ciudad fortificada de Troya. Los troyanos lo tomaron como signo
de su victoria y lo llevaron dentro de los gigantescos muros,
sin saber que en su interior se ocultaban varios soldados enemigos.

En la noche los guerreros salieron del caballo, mataron a
los centinelas y abrieron las puertas de la ciudad para permitir la
entrada del ejército griego, cosa que provocó la caída definitiva
de Troya.
En el mundo espiritual, los que andamos en la fe de Jesucristo
también podemos ser víctimas de algún tipo de engaño para hacernos
caer. Razón por la que el apóstol Pedro nos alerta, pues
el engañador (el diablo) “anda al acecho como león rugiente,
buscando a quien devorar”; y para esto, de la misma manera
como los griegos usaron aquel ingenioso equino, el susodicho
puede usar igualmente cualquier tipo de artimaña para hacernos
caer: una atracción engañosa, una falsa doctrina, una secta, una
oferta muy tentadora de cualquier tipo, una atrayente oportunidad
para prosperar rápidamente, o cualquier otro “artificio”
con que pueda hacernos caer. Y para que estemos atentos a
esos “caballos de Troya”, el apóstol Pablo nos exhorta a que no
ignoremos que el engañador puede maquinar cualquier tipo de
ardid para que caigamos en él.
Hernán Díaz Castro, Venezuela
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